Este descubrimiento es importante porque destaca un mecanismo de desarrollo desconocido hasta el momento y que subyace al origen de este defecto de nacimiento, que como sabemos se desarrolla cuando no se cierran adecuadamente los tejidos que forman el labio superior o el paladar.
Y es que el labio leporino o paladar hendido, que suelen presentarse juntos, se producen en aproximadamente uno de cada 700 nacimientos y se caracterizan por anomalías faciales que pueden dificultar la alimentación del bebé.
Gracias a la web Bebés y más
Y es que el labio leporino o paladar hendido, que suelen presentarse juntos, se producen en aproximadamente uno de cada 700 nacimientos y se caracterizan por anomalías faciales que pueden dificultar la alimentación del bebé.
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